"Sin palabras" es la contestación que me han repetido varios cofrades allí presentes, después de escuchar las vivencias de un costalero bastante conocido por todos. Antes de comenzar, queremos darle la enhorabuena a nuestra Hermandad hermana de Jesús Caído, por la excelente organización de este acto.
Villi, arropado por muchos familiares, amigos y compañeros de trabajaderas, ya que éste costalero querido por todo aquel que lo conoce, es portador de tres pasos en nuestra Villa, el Santísimo Cristo de la Vera+Cruz, María Santísima del Mayor Dolor, y de la Virgen del Carmen. Tantos que, la Iglesia del Convento Mercedario de la Encarnación, se viera como popularmente se menciona "hasta la bandera".
Desde la presentación, ofrecida por su hermano Rafael e Inmaculada, su sobrina, se respiraba emoción y unos sentimientos a flor de piel. Tras concluir la misma y antes de tomar la palabra Francisco, tuvimos la suerte de oír el torrente de voz de nuestro vecino Manuel Cuevas, dedicándole una saeta al pregonero.
Francisco Manuel Villar, abrió su corazón y convirtió sus sentimientos, emociones, experiencias, alegrías y situaciones delicadas a lo largo de su vida, en palabras que llegaron a lo más profundo de cada uno de los allí presentes, tuvo ocasión de nombrar a muchas amistades, y compañeros actuales y del pasado, capataces y como dejarse atrás a sus dos sobrinos Álvaro y Juan Carlos, ambos costaleros del Santísimo Cristo de la Vera+Cruz, dejándonos un pregón difícil de olvidar y de igualar.
Enhorabuena Villi.
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